Chocolate Bon Bons. Too Faced

Hola florecillas,

¿Cómo van esas vacaciones? ¿Ya las habéis tenido? ¿Os vais en breve? Yo ya las he acabado y estoy de vuelta a la rutina. Aunque me he guardado unos cuantos días para poder cogerme un par de días más adelante y escaparme a algún rinconcito de Valencia o de España, siempre hay muchas cosas por conocer.

Hoy vengo a hablaros de una paleta de sombras que ha tenido bastante repercusión en las redes sociales, es la “Chocolate Bon Bons” de la marca Too Faced. Llegó a mis manos mediante un regalo de cumpleaños por parte de dos gemelas mañicas más bonitas que las pesetas y me costó mucho que llegara el mes de junio para ponerla en acción; si me seguís por instagram sabéis que cada mes saco una paleta a relucir y le intento sacar el máximo partido a poder ser.

 Los tonos me gustan todos, sin excepción, aunque como es normal unos me gustan más que otros. Podemos encontrar en ella sombras mate y sombras shimmer, hasta hace un par de años me habría tirado como un lobo a su presa a por las shimmer, pero últimamente me estoy llevando muy bien con las mate, sobre todo a la hora de difuminar, hacer transición, etc.

Cosas que os puedo contar de ella:

• Al igual que la original y sus predecesoras, nada más abrirla puedes sentir el olor a chocolate, pues están fabricadas con polvo de chocolate. Y sí, soy de las que han probado una sombra para comprobar que sabe a chocolate, que tire la primera piedra aquella que no lo haya hecho jajaja. Vaaa, no me lo creo ¿a qué estáis esperando?
• Está compuesta por 16 sombras; 14 corazones que contienen 1 gramo cada una y 2 alargadas de 2,2 gramos por separado.
• Sombras nada polvorientas y que van desde una pigmentación excelente a alguna con una pigmentación un poco pobre (os diré cuales son las que me lo parecen).
• Dentro de la caja viene un desplegable con tres looks explicados paso a paso y con las sombras utilizadas por si los quieres recrear. Sinceramente siempre los he intentado (tanto con una paleta como con la otra) y no consigo que me queden así, por lo tanto improviso con las sombras a lo que pienso que me puede quedar bien jajajaja.
• Desde tonos suaves a tonos fuertes es muy versátil para realizar maquillajes tanto diarios como de fiesta.
• Precio: 45€

Pues bien, dicho todo esto, paso a enseñaros swatches de las sombras y hablaros un poco de cada una para que podáis juzgar por vosotras mismas.

 Almond Truffle (mate), sombra de color beige muy suave que estuve usando diariamente para marcar la cuenca y así poder trabajar mejor las siguientes sombras que iba colocando en el ojo. De sensación aterciopelada se extiende y se trabaja de maravilla.

Satin Sheets (satinada), no la considero sombra porque no la usé como tal. Menos mal, que un momento de lucidez me dio por hacer swatch con el dedo porque cuando la vi me quede con los ojos como platos. La razón, es preciosa y tiene una luminosidad increíble pero si te la pones en el arco de la ceja a modo iluminador vas a parecer una bombilla. La estuve usando como iluminador de rostro (tabique, arco de Cupido y sobre las mejillas) y es espectacular. Hacedme caso, si la tenéis probad a usarla de este modo y veréis como os gusta el resultado, da una luz y una calidez que os enamorará.

Sprinkles (satinada), el color rosa y yo tenemos nuestra historia de odio desde que era muy pequeña y así bien las sombras rosas palo o chicle no me dicen nada si son mate, una vez que son satinadas me llaman mucho la atención. Es lo que me pasó con ésta, al tener un ligero toque con brillo la vi perfecta para hacer looks naturales y sencillos para el día a día. Efectivamente así fue y la estuve usando mucho a lo largo del mes pues abría la mirada, parecía que no ibas maquillada y daba un toque de luz muy bonito.

Molasses Chip (satinada), sin duda alguna otra de mis grandes favoritas. En el momento en que veo una sombra entre dorada y cobriza, según le de la luz, estoy perdida; tengo como un imán para estos tonos y hace muchos años que me tuve que decir basta pues llegué a tener sombras de marcas diferentes y con tonos que puestos quedaban prácticamente iguales. A pesar de haberla usado en diferentes ocasiones y haber sacado foto en todas ellas nunca pude conseguir que se apreciara bien el tono en el ojo (cosas de la cámara). Si alguna vez podéis swatcherla hacerlo, os enamorará.

Malted (brillo), color chocolate con partículas doradas de purpurina, leí en su día que intenta simular la leche con una especie de cereal llamado malted (si queréis saber más podéis buscar en san Google, os lo comento porque me hizo mucha gracia). No le di mucho uso pues me dio la sensación de que al trabajarla para difuminar cortes se perdían los brillos y quedaba la sombra color chocolate un poco apagada. Intentaré a la próxima darle más caña.

 Cashew Chew (perlado), un beige tan natural que se funde con mi tono de piel y no fui capaz de apreciarlo con la cámara cuando estuve haciendo las fotos. Lo mismo me ocurre cuando la he usado en el párpado o debajo de la ceja, es inexistente, no aparece. Yo la rebautizaría como “Casper”. Pero no por ello no me gusta, ya he dicho que de esta paleta me gustan todas y ésta también; pues se puede usar perfectamente para corregir alguna zona que te hayas salido un poco o te hayas excedido con alguna sombra.

Cotton Candy (satinada), aunque se ve y es rosa, según la incidencia de la luz tiene destellos blancos. Al igual que la otra rosa de la paleta, al haberla hecho satinada y no mate para mí ganó muchos puntos y fue una de mis elegidas para el día a día.

Café Au Lait (shimmer), y bueno… Llegó mi top 1, la sombra por excelencia de esta paleta a mi parecer. Es que no sé ni cómo describirla: me enamoré de ella en las fotos, fue amor a primera vista cuando abrí la paleta y así amor incondicional al usarla. Explosión entre plata y dorada (según incide la luz) por la cantidad de partículas brillantes que tiene queda bien tanto para iluminar el lagrimal como de color en el párpado móvil. Es más, luego al final os dejaré un look con ella pero he de deciros que cuando lo subí a instagram ha sido el look que más likes ha obtenido y en el que todas me preguntaban que sombras había usado y que por favor hiciera un tutorial. Eso, amigas, lo dice todo.

Bordeaux (mate), color chocolate sin partículas brillantes. Desde mi punto de vista una de las sombras más flojas de la paleta pues pigmenta poco y en el momento que difuminas se pierde con mucha facilidad el tono y su intensidad. La usaba como segunda transición para dar más intensidad a la cuenca del ojo.

Mocha (mate), el topo por excelencia de la paleta. Lo estuve usando a diario como color de transición pues se integra a las mil maravillas y le sirve de base perfecta a cualquier color que le quieras poner luego a la cuenca. Si pides un café mocha en cualquier cafetería podréis comprobar que es este color totalmente. Es un color muy bonito que visto en la paleta no llama la atención pero una vez empiezas a usarlo recurres a él sin cesar. Perdonad el fallo en la foto pues escribiendo el post me he dado cuenta que escribí “moccha” en lugar de “mocha” se me fue el dedo.

Balck Currant (shimmer), en la chocolate bar original hay una sombra muy parecida a ésta y que me ocurre lo mismo en las dos; se pierden las partículas de purpurina en el momento que difuminas. Es un tono morado muy bonito y que al contener el brillo de la purpurina aún la hace más especial por lo que es una lástima que desaparezca tan rápido. Finalmente conseguí que perdurara un poco más usando un poco de Fix+ en ella, así que algo es algo.

 Dark Truffle (shimmer), chocolate con partículas de diversos colores según incida la luz hace que se vea más o menos intensa. Para dar profundidad al ojo o para un delineado muy sutil es la sombra que buscas. Fácil de trabajar y de difuminar, no queda como un manchurrón al final de la cuenca.

Pecan Praline (mate), ésta es la otra sombra de la que no he sabido sacarle todo el partido que debiera. De color grisáceo no pierde tanta intensidad como las sombras oscuras cuando vas a difuminar, pero al ser tan clara es difícil de usar para hacer un look. La llegué a utilizar como color de transición, pero sinceramente el acabado de mocha me gusta mucho más con diferencia. A favor he de decir que es la sombra más sedosa de toda la paleta, cuando la swatcheas es seda pura.

Totally Fetch (satinada), un rosa potente casi llegando al fucsia que cuando lo ves piensas “esta sombra no la voy a usar en la vida” luego metes el dedo y tu pensamiento inicial cambia, pues no es tan cantarina. Se pierde bastante tono al difuminarla y gracias a eso no queda tan estridente en el párpado. Además tiene unos destellos violáceos que la hace bonita si te atreves con estos tonos, sino olvídate de ella; no pasas desapercibida cuando te maquillas con ella.

Earl Grey (shimmer), y aquí mi tercera sombra favorita de la paleta. Pues ya sabéis, las que me conocéis que tengo adoración por los azules cromados y no pude pasar sin hacerme un ahumado con este tono, es que me chifla. Además tiene destellos plateados que la hacen aún más especial. Para mí habla por sí sola.

Divinity (mate), beige tirando a blanco ideal para iluminar el arco de la ceja. Gastada a diario para este fin, no le vi ningún otro. Me parece muy bien que venga en mayor cantidad pues le das un uso diario.

Y tras haberos hablado de cada una de las sombras individualmente os enseño, como he dicho antes, el look que más me gustó y más favorecedor me pareció hecho íntegramente con esta paleta. Además también os subo un mini tutorial por si os gusta y lo queréis recrear.

¿La tenéis? ¿Os gusta tanto como a mí? ¿Pensáis comprárosla? Si no tenéis ninguna paleta de la colección chocolate bar es una muy buena inversión. Si tenéis la original, he de deciros que muchas sombras coinciden o son primas hermanas y sería conveniente buscar otra que cambie de tonos. Y si dudáis entre la original y ésta, desde mi punto de vista os recomiendo esta.

Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.